La piel joven se caracteriza por su firmeza, textura y humedad natural. Pero la piel se degrada y van apareciendo los primeros signos de envejecimiento como consecuencia natural del paso de los años. Tratarla es devolverle el confort natural en hidratación-nutrición, activar la microcirculación, alimentarla con principios activos que reparen los daños y masajear la musculatura para tonificarla.
Disponemos de diferentes tipos de tratamientos en función de la necesidad o del objetivo que se persiga, pudiendo ser un tratamiento para la sensibilidad, las arrugas de deshidratación, dar más luz al rostro, la perdida de firmeza…
La limpieza de cutis es un tratamiento indicado a cuidar y mantener en buen estado la piel del rostro. Cada persona necesita una frecuencia de tratamiento diferente en función de la constitución y cantidad de impurezas que acumule, pero hay que tener en cuenta que un buen momento es el cambio estacional, en primavera y otoño.
En el centro realizamos una completa higiene facial sin vapor: exfoliación, preparación de la piel con fango del mar muerto, extracción de puntos negros, masaje facial y mascarilla acompañada de un masaje cervical o craneal.
El estado de la piel y tejidos que rodean nuestros ojos son claves en el aspecto general de nuestro rostro, y especialmente susceptibles al desgaste diario y al paso del tiempo.
Con este tratamiento podemos mejorar estos tejidos, promoviendo la circulación y aportando nutrición a los mismos, para mejorar el contorno de nuestra mirada.
Kobido es un tratamiento facial rejuvenecedor, este masaje fue desarrollado para aumentar la salud y la longevidad, poniendo énfasis en la prevención antes que en la cura. Entre sus propiedades destaca:
El D.L.M es un método que ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos orgánicos, esto da lugar a una mejor nutrición celular y ayuda a la regeneración de los tejidos. Este tratamiento está especialmente indicado en caso de:
La moxa es un puro elaborado con las cenizas de la planta de Artemisa, raíz de Angélica y Gan Song, derivado de valeriana. Mediante la combustión de este puro sobre la zona del segundo chackra estimulamos el sistema circulatorio e inducimos un flujo mejorado de Qi o Chi (energía vital), proporcionando una sensación de calor, bienestar y confianza, además de tener un gran poder rejuvenecedor.
La Moxa es un complemento perfecto a los tratamientos faciales antiedad, se realiza en el momento de la mascarilla dando más luz al rostro.