24 AÑOS ACERCANDO EL YOGA A LAS PERSONAS
Nuestro Objetivo: Yoga para todos
CENTRE SHANTI
Yoga para todos
Tu espacio en Abrera, Barcelona
Me llamo Alma, soy la fundadora del Shanti, como me gusta llamarle.
Lo inauguré hace más de 23 años, embarazada de ocho meses de mi hijo, por eso se llaman igual: Pau-Shanti- Paz.
Nunca hubo tradición de yoga en mi familia, pero quizás mi madre poniéndome este nombre me estaba dando un encargo. No tardé en darme cuenta de que la vida sin sentido iba a ser muy dura. En plena adolescencia me acerqué al yoga porque ya andaba haciéndome demasiadas preguntas a las que no sabía responder. En aquella época practicar yoga era inusual. Tuve una especie de enamoramiento, no a la práctica, si no a lo que sentía mientras practicaba, todavía sigo en ese idilio.
Me formé con Saúl Martínez, al que siempre llamaré mi maestro.
Sigo formándome en la actualidad. Me apasiona seguir descubriendo tanto después de tanto tiempo.
No podría decir qué tipo de yoga enseño porque he ido creando y destruyendo según voy evolucionando con mis alumnos., mi base es Hatha yoga. A mí me gusta decir que acompaño a las personas en este camino de autoconocimiento que nos ofrece el yoga.
Principios del Centro Shanti:
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Existen muchos tipos de yoga, nuestro compromiso está centrado en el hatha yoga.
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Creemos en la dimensión espiritual del individuo y también creemos en los fundamentos científicos, por lo tanto, somos partidarios de la integración de ambos aspectos.
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El respeto es la columna vertebral que rige el Centro. Respetarte y respetarnos.
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Queremos que te sientas libre y en paz, por eso, tratamos toda la información con confidencialidad, no hace falta que lo pidas puesto que lo damos por hecho con cada inquietud que nos expliques.
Nos da igual la edad que tengas, tu condición física o a qué dedicas tu vida. Sólo nos importa que puedas sentir los beneficios de esta práctica milenaria que tanto nos ha sanado a todos los que trabajamos aquí.
Hemos pasado por muchos espacios físicos. Empezamos en una sala muy pequeñita, cuando nadie conocía que era el yoga, allí experimentamos las ganas de reunirnos cada vez que tocaba clase. Allí nos sentimos seducidos por primera vez, por la fuerza que implica compartir el yoga.
Crecimos poco a poco, cuidando cada detalle, como dice un famoso cuento de la tradición budista: “pusimos primero un pie, y luego el otro”.
Después de tanto tiempo, nos sentimos orgullosos de que la mayoría de aquellas personas que se reunían en esa sala pequeñita, sigan formando parte del Centro. Y es que esto es parte de nuestra filosofía: innovar con la fidelidad a nuestros orígenes.
La misión que tenemos en el centro es difundir el bienestar personal a través del trabajo corporal, emocional, mental y espiritual.